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           Alguien dijo una vez “tú eres muy malo así que te pones de portero”, frase lapidaria que resonaba en el aire como sentencia de muerte deportiva para aquellos chicos que en los partidos de barrio o de colegio no tenían la suficiente calidad, físico, visión, etc. En definitiva eran los torpes a la hora de jugar al futbol.

Era el malo, el gordito, el impopular de la clase, era en definitiva el portero, sin embargo ninguno de esos chicos había analizado detenidamente que acababan de dejar en manos de “aquel torpe” la llave de su victoria, porque no olvidemos que si un equipo quiere vencer no solo debe meter goles sino que también debe de tratar de evitar que se los hagan y esa función, esa gran responsabilidad recaía en la figura del portero, ser que pasaba de recibir epítetos descalificativos a convertirse en pieza fundamental dentro de un equipo de futbol y que además se erige como el único e inigualable especialista del partido, sólo él puede coger el balón con las manos sin que eso signifique sanción al reglamento.

Hoy en día esa frase solemne y categórica ha pasado a mejor vida, porque hoy, todo el mundo quiere un portero que tenga alma de jugador de campo, que sea el que inicia o da continuidad al juego de manera coherente, que sea la figura que con su saber estar coloque a su ejército de manera que:

1º eviten que los jugadores rivales generen ocasiones de gol.

2º en caso de ocasionarlas sea quien las pare.

Podríamos afirmar que el portero de futbol paso de ser “el malo del equipo”-entiéndase aquel que no servia para meter goles- a ser un individuo que esté presente constantemente, que este con un nivel de activación adecuado que le permita intervenir, como ultimo valuarte, las cuatro o cinco ocasiones que le van a exigir el equipo rival.

El guardameta actual debe de ser un tipo lineal, un sujeto en el que se busca la globalidad, por ello no se le exige sobresalir en todo, pero si no suspender en nada. Por lo tanto el cancerbero actual quizás podríamos definirlo como el jugador gris, el jugador que pasa inadvertido durante el partido hasta que una mano suya enmudece las   gargantas de la afición que la sufre.

Por todo ello hoy en día es muy importante, siempre desde mi punto de vista, buscar el portero cuyas características se ajusten al modelo de juego que su equipo propone, un equipo que proponga un modelo de juego combinativo debe de buscar un portero cuyo juego con el pie sea fluido y si la propuesta futbolística es el juego directo debe de elegir un guardameta que gestione a las mil maravillas el pase largo.

 El modelo de juego o el estilo de juego marca de forma indeleble las características globales del arquero, por eso a continuación veremos una serie de puntos que debe de poseer un portero de un equipo que juegue de forma combinativa:

§         tener un juego de pies fluido.

§         dominar el pase corto, medio y largo.

§         dominar tácticamente los movimiento de sus compañeros para dar continuidad al juego de una manera lógica, lo que le permitirá saber en todo momento por que jugador debe iniciar el juego de manera ventajosa.

§         dominar los espacios para de esa forma saber en cada momento y en virtud del espacio que ocupe su línea defensiva saber donde colocarse.

§         Debe saber interpretar el juego para en todo momento realizar la toma de decisiones correcta.

§         Debe mostrar un nivel activación adecuado, sobre todo cuando juega en un equipo que recibe pocas ocasiones de gol a lo largo del partido, no olvidemos que hay equipos en los que el portero interviene muy pocas veces y  se le exige hacerlo adecuadamente, por lo tanto debe mantener un nivel de concentración absoluto durante los 90’.

§         Y además manejar todas los aspectos técnicos del portero.

            Leído todo lo anterior,  analizaremos la frase que dio comienzo a este articulo y podemos observar la incongruencia de la misma, toda vez que el portero es uno de los individuos, que durante el juego, mas se le exige.

            Concluiremos y en relación con el nivel de exigencia en competición del portero, que éste debe de recibir el entrenamiento adecuado para lo que se le reclama , por lo que cobra fuerza la frase “El portero tiene la importancia que le damos, pero sólo recibe la que le dedicamos” pero eso será tema de otro articulo.